5 razones para enamorarse de Córdoba

 

5 razones para enamorarse de Córdoba

1- Las calles típicas del casco histórico

El conjunto del casco histórico y de la judería, con sus callejones adoquinados y sus fachadas decoradas de geranios de macetas, es sin duda el barrio más bonito de la ciudad. Puedes deambular y perderte en las numerosas callejuelas que te pueden ofrecer un nuevo descubrimiento en cada esquina. No te pierdas la calleja de las flores, muchas veces repleta de turistas que quieren cumplir con la tradición y echarse una foto en pareja en esa calle, con el campanario de la mezquita-catedral en el fondo. Puedes encontrar también unos tablaos que son restaurantes típicos que proponen espectáculos de flamenco gratis durante las horas de las comidas. Asimismo, en el casco histórico, se encuentran todas las tiendas para hacer las compras : souvenirs, regalos, postales, aceite de oliva, especias, té, marroquinería …

2- Su historia reflejada en sus monumentos

Córdoba posee una historia muy rica ya que primero fue una de las provincias más adineradas del Imperio Romano. Ciudad brillante por sus numerosos filósofos y hombres de ciencia y por su situación geográfica a orillas del río Guadalquivir, se convierte en la ciudad más amplia del siglo X. Las religiones musulmana, judía y católica conviven en paz durante un largo periodo llamado Al-Andalus y que va dejar huellas en cada rincón de la ciudad. Por ende, hoy, se pueden observar las ruinas del templo romano, el puente romano intacto y también la mezquita-catedral de inspiración árabe y el Alcázar de los Reyes Católicos, sede de la Inquisición tras la Reconquista.

3- La vida nocturna

Los bares y otros lugares para salir de fiesta no faltan. Las calles siempre son muy animadas de noche, sobre todo en la Plaza de las Tendillas, punto central de la ciudad, o también en la Plaza de la Corredera cuya arquitectura y forma cuadricular me recuerdó la Plaza Mayor de Madrid.

4 – Los patios

Los patios, sombríos, frescos y con una abundancia de flores, son el corazón de la casa andaluza tradicional. En mayo, Córdoba se llena de flores para el concurso de los patios que figura en el patrimonio de la Humanidad. Lo más fácil es ir a la oficina de tursimo para recoger un plan de los diferentes recorridos . No te pierdas los patios del barrio de San Basilio. A menudo hay que hacer la cola pero realmente vale la pena. Para ver los patios, otra opción es ir al Palacio de Viana que ofrece visitas en un conjunto de 12 patios entre los más bonitos que he visto en mi vida.

5 – La gastronomía

En general comer afuera en Córdoba no sale muy caro. Aquí puedes probar el salmorejo, una sopa fría espesada con miga de pan y servida con cubitos de jamón ibérico y un chorrito de aceite de oliva. Hay también el flamenquín cordobés, un tipo de salchicha freída con pan rallado, el rabo de toro, las croquetas … En cuanto a los postres, el pastelón cordobés es un hojaldre con cabello de ángel que se puede comprar en cualquier panadería de la ciudad.