Descubriendo Carcabuey

Dentro de las actividades destinadas a descubrir nuestro patrimonio cultural, elegimos en esta ocasión Carcabuey, por invitación expresa de uno de sus vecinos, Francisco Serrano, que a pesar de residir en la provincia de Málaga, es tal el orgullo y la querencia que siente y transmite por su tierra, que no nos pudimos resistir ninguno de los convocados, en esta ocasión un colectivo de docentes.

Para esta inmersión cultural de Carcabuey, contamos con la aportación de tres ponentes que acercaron a los asistentes la historia, cultura y realidad patrimonial del lugar.

Primeramente Rafael Serrano, actual responsable del Museo Histórico, fué el encargado de recibir en Carcabuey al grupo y acompañarlo personalmente al Museo donde se desarrolló la interpretación de los contenidos del mismo.

Ubicado en edificio nuevo, inaugurado en 2009, aunque ya en el año 2007 abrió sus puertas el Museo de forma provisional en otro edificio próximo, con el objetivo de dar cabida a la abundancia de restos arqueológicos y etnográficos existentes en el término municipal, y de poder ponerlos en valor, protegiéndolos y evitando su expolio.

Una vez en el Museo Histórico de Carcabuey, Rafael Serrano explicó detenidamente los contenidos y la distribución del edifico, que básicamente se resumen en 6 áreas o espacios dedicados cada uno a una época histórica diferente:

  • La primera versa sobre la geografía e historia locales, con abundantes fósiles y materiales geológicos.
  • La segunda sobre el Paleolítico, destacando aquí la espada hallada en el Cerro del Castillo, única en la península ibérica, aunque desgraciadamente es una copia, porque la original se encuentra actualmente en el Museo Británico.
  • La tercera recoge la cultura ibérica.
  • La cuarta sala corresponde a la época romana, cuando Ipolcobúlcula, nombre romano con el se designaba a la actual Carcabuey, era el centro de influencia de toda la comarca.
  • La quinta dependencia está dedicada a la Edad Media. Fué en época de dominación musulmana cuando las fuentes escritas, ya se refieren a Carcabuey como Karkabul, palabra de la cual deriva su nombre actual. Especial importancia en esta época la llegada del emir Abdalá I de Córdoba para sofocar una revuelta y destruir el castillo, allá por el año 892
  • y ya el último espacio, el sexto esta dedicado a la Edad Moderna.

El costumbrismo religioso también está muy presente en la localidad, y nadie mejor que Antonio Castro como Hermano Mayor y responsable de la Ermita de San Marcos, quien nos pone al día de toda esta faceta cultural. La Ermita de San Marcos, es una de las 4 que aún se conservan en los alrededores, y tiene la particularidad de estar situada en el mismo centro del pueblo. Podemos remontar su origen hacia 1594 , estando dedicada al Cristo de San Marcos. Antonio Castro nos acercó a las interioridades de la misma, incidiendo en su retablo, que posiblemente fué traido desde otra ermita, ya que debajo de él se encuentra el retablo original. Este estuvo presidido por un Crucificado, que hoy se encuentra en un lateral de la misma, y fué obra de Alonso de Mena y tiene la particularidad de tener cuatro clavos, uno en cada mano y pies, siendo realizado en 1616.

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Otra construcción religiosa muy singular de la localidad, que tambien conocimos, fue el Altar de las Angustias. Se trata de una especie de templete, único en la provincia, que carece de propietarios y que cuidan los propios vecinos. El altar cobija en una hornacina una talla centenaria de la Virgen de las Angustias.

Como colofón, nuestro tercer ponente, Rafael Osuna, cronista oficial de Carcabuey, con el que nos desplazamos hasta el Castillo, y con el que tuvimos la suerte de compartir parte de la historia de este enclave, que sin duda marcó los destinos de la comarca y pueblos aledaños, ya que desde el siglo IX al XVIII, por su privilegiada situación, y después de sucesivas conquistas, pasó por diferentes propietarios, de musulmanes, a cristianos con Fernando III, mas tarde Orden de Calatrava, vuelta a manos musulmanas, posteriormente Alfonso XI lo vuelve a conquistar, para pasar a mediados del siglo XV, a manos de la poderosa familia de los Fernández de Córdoba, entre otros.

Exterior del Castillo de Carcabuey

En la visita al Castillo y sus esplendidas vistas, era inevitable la parada en el aljibe, una gran cisterna ubicada fuera de la muralla del castillo, de forma rectangular excavada en el cerro, del que solo sobresale su cubierta de bóveda de medio cañón. Está construido con ladrillos de grandes dimensiones, colocados de forma radial, estando revestido de estuco en su interior.

Sobre este aljibe, aún existe el debate de su origen. Unos piensan en su origen romano, apoyándose en el tipo de ladrillo y mortero utilizado en su construcción, mientras que otros defienden su origen musulmán.

Tanto la superficie interior de la fortaleza, como toda la explanada que se extiende frente al castillo, es un espacio por explorar arqueológicamente, ya que existe la constatación de la gran cantidad de vestigios y restos que todavía se esconden bajo la misma, vestigios no solo árabes o romanos, sino anteriores, como por ejemplo iberos.

Vista desde el Castillo de Carcabuey

Y para poner la guinda a la jornada y realizar una inmersión total en la cultura Carcabulense, nada mejor que degustar, como así hicimos, uno de sus platos originales más afamados, las habichuelas amonás.

El “potaje amonao”, es un guiso tradicional de Carcabuey, a base de “habichuelas”, de color canela, que son una variedad autóctona de la zona, muy apreciadas por su exquisito sabor, su textura y su fina piel.

Esta visita a Carcabuey ha sido no solo enriquecedora por toda inmersión cultural realizada, sino tambien sorpresiva por descubrir la gran riqueza patrimonial de este enclave, que nos obliga a volver, tal como pregoniza su video institucional, para seguir conociendo mas de su historia, cultura y tradiciones.

Video institucional de Carcabuey

Agradecer a los ponentes, Rafael Serrano, Antonio Castro y muy especialmente a Rafael Osuna, sus amenas e interesantes disertaciones, su dedicación, y su trato para con el grupo.

Y ya por último agradecer también a Paco Serrano y Emila Tenor, el haber ejercido de anfitriones del grupo